Los Sintomas ¿Cómo puede saber si tiene Herpes Genital?
A pesar del hecho de que millones de personas están viviendo con herpes genital,
la enfermedad puede ser sorprendentemente difícil de detectar en algunos casos.
Sin embargo, muchas personas con herpes genital tienen al menos algunas señales
detectables. A continuación vea como puede saber si tiene herpes genital.
La señal más evidente del herpes genital es la aparición de ronchas rojas en y/o alrededor del área genital, comenzando a menudo alrededor de dos semanas después de la exposición inicial al herpes. Las protuberancias pueden extenderse hasta el ano y/o a la piel circundante, y en algunos casos también se desarrollan dentro de la vagina y/o tracto urinario. Estas protuberancias se convierten en ampollas, que a su vez se convierten en llagas. A menudo, estas llagas se hacen costra y pican mucho, después de un período de tiempo, sin embargo, van a desaparecer. Un brote puede implicar un gran número de llagas, pero puede implicar solamente una.
Debido a que el herpes genital es incurable, estos brotes se repiten en el tiempo. Ciertos medicamentos están disponibles para aumentar la longitud de tiempo entre los brotes de herpes.
Otros síntomas del herpes genital pueden o no acompañar a un brote. Estos incluyen un enrojecimiento y/o sequedad extrema repentina de la zona genital, ardor, picazón y/o sensación de dolor en el área genital, descarga vaginal, dificultad para orinar, dolor de cabeza, fiebre, y/o inflamación de los ganglios.
El aspecto más difícil del herpes genital, y un gran contribuyente a su propagación, es que el virus del herpes puede permanecer inactivo en muchas personas, y nunca hacer que se muestre algún signo o síntoma de la enfermedad. Sin embargo, ellas todavía son capaces de propagar el herpes genital a otras personas. Muchas veces los síntomas del herpes genital se confunden con otras enfermedades, como las infecciones por hongos, infecciones del tracto urinario, e incluso vellos encarnados.
Si bien es importante conocer y ser capaz de reconocer los síntomas del herpes genital, siempre se debe buscar un diagnóstico oficial de un profesional médico si usted está preocupado en que pueda haber contraído la enfermedad. Sólo ellos podrán decir con certeza si sus síntomas son el resultado del herpes. Si usted tiene herpes genital, ellos pueden ofrecerle medicación y la información importante necesaria para manejar la condición.
Si actualmente está experimentando un brote de herpes genital, un médico puede diagnosticar su condición visualmente. Un análisis de sangre o un cultivo viral también puede comprobar si existe el virus del herpes simple, aunque los resultados pueden ser vagos y/o inexactos en muchos casos. Dos cepas diferentes del virus del herpes simple conducen al herpes genital: HSV-1 y HSV-2. El primero, el HSV-1, puede indicar cualquier forma de herpes, incluyendo llagas en la boca, y no necesariamente se traduce en un diagnóstico de herpes genital. Sin embargo, el VHS-2 es casi siempre vinculado al herpes genital, y es un signo más fiable de la enfermedad.
Exención de Responsabilidad: Este artículo es para fines de información solamente y usted debe buscar el consejo de un profesional con respecto a su situación particular.
La señal más evidente del herpes genital es la aparición de ronchas rojas en y/o alrededor del área genital, comenzando a menudo alrededor de dos semanas después de la exposición inicial al herpes. Las protuberancias pueden extenderse hasta el ano y/o a la piel circundante, y en algunos casos también se desarrollan dentro de la vagina y/o tracto urinario. Estas protuberancias se convierten en ampollas, que a su vez se convierten en llagas. A menudo, estas llagas se hacen costra y pican mucho, después de un período de tiempo, sin embargo, van a desaparecer. Un brote puede implicar un gran número de llagas, pero puede implicar solamente una.
Debido a que el herpes genital es incurable, estos brotes se repiten en el tiempo. Ciertos medicamentos están disponibles para aumentar la longitud de tiempo entre los brotes de herpes.
Otros síntomas del herpes genital pueden o no acompañar a un brote. Estos incluyen un enrojecimiento y/o sequedad extrema repentina de la zona genital, ardor, picazón y/o sensación de dolor en el área genital, descarga vaginal, dificultad para orinar, dolor de cabeza, fiebre, y/o inflamación de los ganglios.
El aspecto más difícil del herpes genital, y un gran contribuyente a su propagación, es que el virus del herpes puede permanecer inactivo en muchas personas, y nunca hacer que se muestre algún signo o síntoma de la enfermedad. Sin embargo, ellas todavía son capaces de propagar el herpes genital a otras personas. Muchas veces los síntomas del herpes genital se confunden con otras enfermedades, como las infecciones por hongos, infecciones del tracto urinario, e incluso vellos encarnados.
Si bien es importante conocer y ser capaz de reconocer los síntomas del herpes genital, siempre se debe buscar un diagnóstico oficial de un profesional médico si usted está preocupado en que pueda haber contraído la enfermedad. Sólo ellos podrán decir con certeza si sus síntomas son el resultado del herpes. Si usted tiene herpes genital, ellos pueden ofrecerle medicación y la información importante necesaria para manejar la condición.
Si actualmente está experimentando un brote de herpes genital, un médico puede diagnosticar su condición visualmente. Un análisis de sangre o un cultivo viral también puede comprobar si existe el virus del herpes simple, aunque los resultados pueden ser vagos y/o inexactos en muchos casos. Dos cepas diferentes del virus del herpes simple conducen al herpes genital: HSV-1 y HSV-2. El primero, el HSV-1, puede indicar cualquier forma de herpes, incluyendo llagas en la boca, y no necesariamente se traduce en un diagnóstico de herpes genital. Sin embargo, el VHS-2 es casi siempre vinculado al herpes genital, y es un signo más fiable de la enfermedad.
Exención de Responsabilidad: Este artículo es para fines de información solamente y usted debe buscar el consejo de un profesional con respecto a su situación particular.